domingo, 10 de mayo de 2009

Callar.



Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.


Yo voy por un camino; ella, por otro;
pero, al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día?
Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?


Autor: Gustavo Adolfo Béquer.


Mi cajita de cristal♥


Se trata de una caja de cristal, una cajita pequeña, transparente, donde guardas allí dentro todos tus pensamientos, ideas, cariño y amor. Donde guardas todas las cosas que has construido durante toda la vida. Un cristal fino donde te reflejas. Material en el que están hechos tus sueños. Son porciones de tu corazón que intentas que no se rayen nunca, que cuidas más de lo que cualquiera pudiese creer. Cuidas como si fuera tu misma vida lo que guardas dentro. Un amigo es más que una persona. Algo que no es físico, algo que siempre llevas contigo .Es eso que recoges por el camino y guardas en tu cajita de cristal, cuidadosamente acomodado en su interior de terciopelo. Todo eso en lo que crees, en lo que confías, en lo que sientes y en lo que ilusa y felizmente crees que durará toda la vida. Eso que más allá del mundo encuentras. Eso que te abraza cuando piensas que no puedes más. Algo que lamentas no ver. Porque el amigo no se ve, no se toca, no se huele. Simplemente lo sientes. Y, aunque se encuentre sentado a tu lado, tú nunca lo ves como la materia física que es. Su esencia oculta entre los pliegues del terciopelo de tu cajita de cristal. A veces lo miras a los ojos. A veces sientes su presencia. Sin embargo, el amigo no es la persona que ves. Es la persona que sientes.
Es aquello por lo que darías todo. Excepto tu cajita de cristal.

Miedo a sentirte solo



Estás en una calle sin salida mirando hacia el cielo, pensando en todas las cosas que puedes hacer en ese mismo momento, pero no dejas de preguntarte el por qué de las cosas, pero nunca encuentras las respuestas de ellas y quizás, algún día en tu mente, te llega el pensamiento de que hay gente que está peor que tú, pero sin embargo, haces como que no te importa y por una vez que quieres preocuparte por tí y que quieres un poco de compasión por parte de tus amigos, ves que no hay. Que ya ellos no están a tu lado. Que donde miras solo ves cuatro paredes con las verdades de la vida que te has intentado ocultar durante mucho tiempo en el que has estado ocupada en otras cosas y que ahora van saliendo a la luz a medida que vas dando pasos por el camino a la madurez.